Para estos gasterópodos, los controles son idénticos. Es frecuente encontrarlos tanto en jardines como en placares y distintos ambientes de viviendas o edificaciones.
En espacios abiertos, podemos controlar con buenos resultados mediante una atomización de polvos mojables (principio activo metaldehido), sobre céspedes y plantas, no dándole posibilidades de tránsito.
En interiores y sobre todo en viviendas, podemos sustituir este sistema por una secuencia de cebos trampa, a base de ración envenenada siempre con el mismo ingrediente activo, que los atrae y mueren al ingerirlo.
El ingrediente activo a utilizar en ambos tratamientos es toxico, por lo que recomendamos no tocar los cebos sin guantes, o de lo contrario, lavarse las manos con agua y jabón y no exponerse a las atomizaciones manteniéndose a una distancia prudencial.